Entre febrero y septiembre del 2016 realicé un proyecto fotográfico financiado por el Gobierno Vasco y la Fundación Social Ignacio Ellacuría de Bilbao para dicha institución donde trabajé con mujeres musulmanas. El proyecto se denominó TASWIR, Narraciones Visuales Musulmanas, porque esa palabra significa “creación de imágenes” en árabe y creí que atraería mejor la atención de participantes potenciales. La fotografía nos permite conocer, saber, reflexionar, intuir y poder expresar nuestros sentimientos y emociones más profundos.
El objetivo del proyecto era mejorar la convivencia en la diversidad a través de romper los estereotipos negativos y las actitudes de rechazo que afectan a la comunidad musulmana en general y a la mujer musulmana de manera particular. Pero también era darles visibilidad y la palabra a estas mujeres para que pudieran darse a conocer a la población autóctona creando sensibilización, visibilidad y buscando romper estereotipos.
Para ello, propuse talleres de fotografía donde las participantes aprendieron a conocerse, dialogar, reflexionar y expresarse a través de la fotografía.
Diferentes perfiles de mujeres dialogaron sobre sus vivencias a través de autorretratos que se hicieron ellas mismas (primera foto), textos que escribieron (segunda foto) y finalmente les hice una foto a cada una desde mi experiencia con ellas y desde mi mirada después de conocerlas. Los resultados fueron maravillosos porque mejoraron el conocimiento entre las participantes pero también de ellas mismas. Les permitió profundizar y expresarse desde la fotografía fomentando el desarrollo personal, el empoderamiento y la inclusión social. La exposición se inaugurará el día 17 de junio en Bilbao.
Fotos sobre el desarrollo de algunas de las sesiones de trabajo:
Fotos que realizaron las 6 participantes finales, junto con sus textos y la última foto que yo les hice.
Feedbacks del proyecto por parte de las participantes
MOUNA “La razón de comenzar en este proyecto, fue porque buscaba inspiración, buscaba conocer gente nueva y aprender algo distinto; abrir mis horizontes. Participé en este proyecto, estando en pause. Sentía que todo el mundo avanzaba excepto yo. A nivel artístico estaba frustrada, cohibida y perdida. A nivel emocional, no sentía pasión por nada… Era como vivir en una burbuja estanca, que cada vez se cerraba más y más dejándome poco espacio para moverme y respirar. Dentro de esa burbuja residían el miedo al fracaso, el miedo al rechazo, la inseguridad en mi misma y la falta de amor propio, sobre todo la incomprensión. Pero lo que nunca he llegado a imaginar que participar en este proyecto, iba a causar tal impacto en mí, que lograría arrancar todas estas malas hierbas. El querer animar a otras mujeres, el ser escuchada y valorada, ha sido un chute de vitaminas A, B y C. Lo que me dejo con más ganas de seguir, fue principalmente la forma en la que se impartían las clases. No iba de que cada una se tuviera que sacar fotos bonitas, iba de que teníamos que conocernos unas a otras para llegar a conocer lo que queremos transmitir realmente. Y de esta forma lograr fotos significativas. El intercambio de historias y opiniones fue muy enriquecedor, como persona me ayudó a empatizar más y saber amoldarme a las distintas personalidades con las que participaba. Mediante la fotografía me he dado cuenta de la importancia y la fuerza que tiene lo visual y lo que transmite. Hasta ese momento no fui consciente de ello. Una imagen, puede hacer que aparezcan un mundo de sensaciones y eso es lo que nuestra profesora y mentora quería que aprendiéramos. A comunicarnos con la imagen. A hacer vibrar a la gente. A parte de aprender cómo sacar fotos y según en qué posición esté proyectando la cámara, significa una cosa u otra. Lo importante, es perder el miedo al qué dirán y que uno se pueda mostrar tal y como es. Y eso conlleva a que se gane más confianza en uno mismo. Da igual si la foto no gusta a muchos, lo que realmente importa es que con una imagen se logre transmitir la intención puesta en ella. Y, sobre todo, que la imagen hable. Gracias a este proyecto he encontrado pasiones en mí que no conocía y por fin he podido dar el primer paso que me ha hecho salir de mi burbuja. Marcando un antes y un después en mi vida”. FARAH “El proyecto “TASWIR” está especializado solamente para mujeres musulmanas. Para mi ha sido con mucho éxito y una experiencia de conocer otras mujeres musulmanas a partir de lo que puede transmitir un autoretrato. Me ha ayudado a conocer a mujeres musulmanas diferentes y a confirmar que tenemos que derribar barreras que también tenemos entre nosotras. Pero tenemos en común la fe del Islam y esa fe interior tiene que ser nuestra arma”.
AINHOA ( Musulmana Conversa)
“Para mi poder participar en el taller ha sido de las cosas más enriquecedoras que he hecho últimamente. El proyecto me ha parecido algo muy innovador por el hecho de estar dirigido a mujer y musulmana. Ha sido una posibilidad de conocer a otras mujeres maravillosas, con experiencias de vidas muy duras y que a pesar de todo siguen sonriendo y tienen sueños e ilusiones. Son resilIientes. En mi caso personal me ha servido para poder expresar mis dudas, miedos y rechazo hacia ciertos puntos no tanto del islam, si no de la interpretación patriarcal y machista que se hace del islam. Algo que desde mi conversión me persigue, no dejándome disfrutar de la espiritualidad y manteniéndome en una cierta posición de rechazo y a la vez de culpabilidad por sentir ese rechazo. Nunca había tenido la oportunidad de expresar mis contradicciones y lo encerrada que me siento en algo que ha sido decisión propia y que a la vez me oprime. Para mí ha sido una liberación poderlo decir aunque fuera de manera sutil. Ha sido un espacio de compartir, de escucha, de aprendizaje y sobre todo de aprender a respetar los diferentes puntos de vista. También me he reafirmado en pensamientos que a veces decimos "tópicos" pero que son realidades. La poca puntualidad de las mujeres árabes, el abandono del grupo sin decir nada, cuando se han dicho cosas muy íntimas, me ha parecido una falta de respeto hacia las demás, .la falta de compromiso e implicación. A nivel fotográfico ha sido un descubrimiento ver cómo podemos demostrar sentimientos con una imagen, al igual que estados de ánimo. Y es algo que podemos seguir haciendo solas y que nos puede servir para explotar otra parte de nuestra vida. Gracias por tu paciencia, comprensión y cariño” .
FATIMA
“Mi experiencia en el taller fue interesante y maravillosa. Considero que fue un espacio amplio para el encuentro entre mujeres musulmanas para manifestar nuestras ideas que nos preocupan y nuestros sentimientos que nos emocionan y nuestras ilusiones que nos abren caminos. Para mí, haber participado en este proyecto ha sido un honor y es el único que tenemos para poder aprovechar y poder visibilizar la imagen de la mujer musulmana en esta sociedad y para que nos oigan decir “¡basta de rechazo, de racismo y de machismo! “ Ha sido una ocasión de manifestar que queremos una convivencia sana de ambos lados (o mutua) con nuestra cultura y nuestra forma de ser, exigiendo respeto como seres humanos con todo el derecho a tener oportunidades y a la igualdad. Espero que este mensaje llegue al oído del mundo y cambie la visión que tienen de la mujer musulmana”.
SUMAYA (Musulmana conversa) “Mi impresión del taller durante esas semanas fué positivo, tanto en nuevas técnicas que desconocía respecto a la fotografía y a sacar más partido a los contrastes, luz, elementos, el objeto que nos habla y nos cuenta una historia.... ¡es increíble que haya tantas posibilidades! También conocí a mujeres musulmanas nuevas y coincidí con otras que ya conocía de hace tiempo, eso fue enriquecedor. Los talleres fueron el punto de partida para conocernos y aflorar lo que nos hace sentir la sociedad donde vivimos y nuestro entorno. He de decir que conocí la intransigencia y juicios de algunas mujeres que me hicieron ratificar mi pensamiento. de que las musulmanas de aquí estamos doblemente juzgadas: por la sociedad, que no nos lo perdona, y por l@s Árabes que les gustaría que borrásemos de un plumazo nuestra identidad, cultura, gastronomía e historia vital para disolvernos en las suyas por el mero hecho de aceptar el Islam, sin voz ni voto, y eso es un grave error!¡ el Islam es universal, para toda la humanidad, y cada país con sus características culturales enriquece al musulmán, no se le tiene que encasillar a algo que no es propio. Creo que es muy importante seguir trabajando con las mujeres pues aunque lamentamos la discontinuidad de algunas y el abandono del grupo de otras, se necesita de estos proyectos para conocerse, trabajar la visibilización de la mujer musulmana en los ámbitos sociales ,trabajar el empoderamiento en el ámbito familiar con ellas e informarlas con nuestro trabajo en red trabajando , y empoderándonos para seguir avanzando”.
AISHA “Me gustó la comunicación que hubo entre todas porque cada una tenía vidas diferentes que conocimos. Pudimos compartir experiencias y hablar. También me gustó que me explicaste la fotografía y como las fotos podían tener significados. Entendí que las fotos hablan, comunican y explican cosas. No me gustó que hubo algunas mujeres que hablaran de otras y se metieran donde no debían. Gente que juzgaba dentro del grupo lo que no debía. (Y no me refiero a las diferencias entre saharauis y marroquíes, sino a apuntes personales). Me gustó mucho poder conocer gente, otras mujeres y estar todas juntas. Fue muy bonito y me gustó muchísimo cuando después nos juntamos todas para la fiesta del Ramadán”